Ésta me la enseñó mi amigo Fran Cadena, un día que fuimos a almorzar. No estaba preparada a que una sevillana tuviera tanto mensaje, pero me hizo oír esta, y me gustó tanto que quiero compartirla con vosotros.
1ª: Un halcón y una paloma, uno tras otro volaban. Al verlo el cazador, se echó a la cara el arma sin dudar, y cuando el cartucho disparó, cayó el halcón herido junto al mar. Corriendo lo fue a ver, pero cuando en el suelo lo encontró, la paloma estaba junto a él piando amargamente de dolor. ''Tú no sabes, cazador, que a mí la muerte me das. Que junto a mí se crió y con él mi querer se me va''.
2ª: Por la noche y en la cuadra, habla el potrillo a la yegua. ''Quisiera ser mayor, tener como un caballo autoridad, ser de la manada el más veloz, y frente a un toro negro galopar''. La yegua replicó: ''Ahora es el momento más feliz, la vida te sonríe alrededor y puedes a tu antojo ir y venir. Pero un día llegará en el que te habrá de doler el no tener libertad para ir al río a beber''.
3ª: Se apretaba la cizaña contra la espiga del trigo. Se acercaba el segador. ''Arrímate a mi vera, ven aquí, que viene dando golpes con la oz y quiere separarte ya de mi. La tierra nos unió, y juntas nos dio vida en el trigal. No me dejes sola, por favor, porque yo a ti te quiero de verdad. Es tan grande nuetsro amor, que nos tenemos que ver en el molino las dos, y en la rueda nos han de moler''.
4ª: A la rosa y a la nieve, alguien oyó lamentarse. ''Por Dios, que salga el sol'' rogó la rosa un frío amanecer, ''porque necesito del calor, si no mis hojas van a perecer''. La nieve la miró y dijo: ''ten un poco de piedad, cuando salga el sol me muero yo, y quiero estar contigo un poco más''. Un vaquero que pasó un día frente al rosal, en un charquito encontró a la flor, sin color, desolada.
Un besito en la nariz.
Blanca, muy azucarada últimamente.
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