Quisiera poder escribir algo emocionante, que ponga el pelo de gallina. Me gustaría ser capaz, pero una vez más me siento intimidada por esa capacidad tuya de brillantez tan grande como el sol. Si te soy sincera, ni siquiera sé cuántos años cumples. No es algo que importe cuando se trata de tí.
Sí que sé otras cosas, quizá un poco menos útiles, pero sí más bonitas. Sé lo importante que eres para mí, aunque suene de lo más tópico. Sé que realmente eres especial entre especiales, una melodía de acordeón, cereales con leche, quitarse los tacones después de una fiesta. En un mundo en plena crisis moral, tú eres el haz de luz que se abre paso entre las nubes. A veces débil, pero siempre suficiente para despertar un poco de esperanza en el corazón. Después de andar, y andar, correr, andar, arrastrar los pies, andar de nuevo, correr, andar... Un manantial siempre es de agradecer.
No quiero que te apagues, no quiero que te hagas mayor, no quiero que estés triste, que pierdas las ganas, que dejes de emanar agua fresca. Aunque suene egoísta, no quiero que lo hagas porque entonces... Entonces no sé qué sería de mí.
¡Adivinando canciones entre las interferencias creadas por los posos del café! |
No como esta felicitación tonta.
Feliz Cumpleaños, Albita.
Te quiero tanto, tanto, tanto...
A nuestro alrededor, viejas e inamovibles rocas. Entre tú y yo, sólo un accesible cielo. |
tus palabras siempre en el momento preciso...
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