Llevo cuatro días ya, y la cosa no mejora. Siento como si me estuvieran mordiendo los peroneos nada más plantar la pierna en el suelo. La tendinitis vio que estaba muy contenta y decidió hacerme una visita que se está prolongando más de lo debido.
Llevo cuatro días sin bailar... Y dejo de escribir porque me entran ganas de llorar.
Qué malo es necesitar algo y no poder hacerlo.
Un besito en la ceja...
Blanca.
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