La que se lleva al chico siempre es la chica dura. La que viste de colores, la que lleva pendientes enormes y la que no deja títere con cabeza. Eso es lo que mola ahora, ¡partir con la pana!.
Pues a mí me gusta la pana, porque es muy calentita en invierno. Y me gustan los vestidos blancos, lilas y de mi color favorito. No sé deletrear el color, pero os aseguro que no es llamativo. Hablo flojito, y mi padre siempre me llama empalagosa. Es fácil tomarme el pelo, confío mucho en la gente.
Me gusta como soy porque soy blanca, lila, y de mi color favorito, pero eso no parece llamar mucho la atención de la gente. A veces he intentado ser la dura, tener carácter fuerte y enseñar dientes, pero no he tenido mucho éxito. Luego me doy cuenta de que no me gusta llamar la atención, sino que es más bonito mirar a los colores moverse en torbellino.
Y se está muy bien en el alféizar de la ventana, porque en un mundo de escandalosos, lo escandaloso es estar callado. Alguien encontrará mi carácter algún día y sabrá que no soy tan circunstancial como esas chicas duras.
Un besito en la nariz.
Blanca =)
Me encanta ^^
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