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lunes, 27 de junio de 2011

Ella es el paradigma

¿Alguna vez os habéis preguntado de dónde he sacado mis chistes estrella? Sí, sí, el del mero espectador y el de los pen-drives. Pues me los contó Alicia.
Cambiad de chip porque hoy no voy a hablaros de la Alicia a la que os tengo acostumbrados. O quizá sí, porque seguro que todos sabéis a quién me refiero cuando digo que hoy hablaré de Alicia Parra. Todos mis amigos la conocen a través de mí, porque siempre la pongo de ejemplo para cualquier elogio.
Es que a ver, tú te haces tu vida y crees que la tienes ordenada, que sabes lo que quieres, que haces lo que quieres... Y luego, más allá, mucho más allá, en una dimensión niveles por encima de la tuya, está esta Alicia de la que os hablo.

Lo primero que percibí de ella fue: Es la mejor bailarina que conozco. Es un hecho muy fácil de deducir cuando un día te das cuenta de que en toda clase, sólo puedes mirarla a ella. Os prometo que no es mentira, es como un imán de ojos o algo así, algún pacto con el diablo que no te deja apartar la mirada. Luego, un día te preguntan por la chica más guapa que conoces y piensas: Alicia Parra.

Entonces, la empiezas a idealizar, a poner en un pedestal. Algunos días te vuelves realista, caes en que es cuestión de tiempo que te decepcione con alguna burrada. Puede que le guste el reguetón, o que piense que el ser y el ente son lo mismo. Al fin y al cabo, nadie es perfecto.


Pero resulta que un día te habla, y tu piensas: ¡Alicia Parra me está hablando, a mi, una simple mortal!. Y ninguna burrada sale de su boca. Todo lo contrario. La escuchas hablar, la entiendes y piensas: También es la chica más inteligente que conozco. Y la que más nota ha sacado en selectividad. Y tiene sentido del humor.

¡Y no sólo eso! Después de muchas conversaciones, resulta que es la persona con la que más veces he dicho: Yo también. Cuando coincides en tantas cosas con Alicia Alonso, ¡Ups, perdón! Alicia Parra, piensas por un momento: Soy especial, porque Alicia Parra es como yo. El problema es que te vuelve a atacar la vena realista para recordarte que no, que Alicia es de otro planeta, que no puedes ser como ella.

Por si lo anterior resultara poco para describirla, he de añadir que me ha enseñado a valorar muchas cosas de mí. Me recuerda siempre que no debo llorar, que no se merecen ni una lágrima mía.Y gracias a ella puedo pisotear la vena realista y decir: Alicia, eres mi hermana postiza, y es de lo que más orgullosa puedo estar.
Un día estás feliz, bailas en el Villamarta, disfrutas en el escenario como nunca has disfrutado, te dan matrícula de honor en metafísica, y estás cenando al lado de Alicia Parra. Entonces te dice que sigue tu blog, que le encanta, y lees en sus ojos complicidad y apoyo. Eso que tanto escasea hoy en día entre las bailarinas y que tanto echaba de menos. Y claro, después de esto dices: Pues nada cabesa, ¿ahora qué hago yo con mi vida si soy totalmente feliz?

Un besito en la nariz.
Blanca.

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