Usa Protector solar

Corre incesantemente. Solo así podrás permanecer en el mismo sitio.

jueves, 30 de junio de 2011

Y las flores no se inclinan con la lluvia

Mala racha que no os merecéis que pague con vosotros.
No os preocupéis en absoluto, ya sabéis que siempre salgo del paso. En cuanto pase me pondré a escribir un montón de cosas bonitas.

Un besito en la nariz.
Blanca.

martes, 28 de junio de 2011

De firma propia




Brindo porque mi culo pueda seguir saliendo en las clásicas fotos culo. Sois lo que más echo de menos cuando bailo fuera. Con vosotras siempre me siento en casa.

lunes, 27 de junio de 2011

Fijáos cómo es, que no puedo parar de editar la entrada anterior para añadir cosas bonitas.

Ella es el paradigma

¿Alguna vez os habéis preguntado de dónde he sacado mis chistes estrella? Sí, sí, el del mero espectador y el de los pen-drives. Pues me los contó Alicia.
Cambiad de chip porque hoy no voy a hablaros de la Alicia a la que os tengo acostumbrados. O quizá sí, porque seguro que todos sabéis a quién me refiero cuando digo que hoy hablaré de Alicia Parra. Todos mis amigos la conocen a través de mí, porque siempre la pongo de ejemplo para cualquier elogio.
Es que a ver, tú te haces tu vida y crees que la tienes ordenada, que sabes lo que quieres, que haces lo que quieres... Y luego, más allá, mucho más allá, en una dimensión niveles por encima de la tuya, está esta Alicia de la que os hablo.

Lo primero que percibí de ella fue: Es la mejor bailarina que conozco. Es un hecho muy fácil de deducir cuando un día te das cuenta de que en toda clase, sólo puedes mirarla a ella. Os prometo que no es mentira, es como un imán de ojos o algo así, algún pacto con el diablo que no te deja apartar la mirada. Luego, un día te preguntan por la chica más guapa que conoces y piensas: Alicia Parra.

Entonces, la empiezas a idealizar, a poner en un pedestal. Algunos días te vuelves realista, caes en que es cuestión de tiempo que te decepcione con alguna burrada. Puede que le guste el reguetón, o que piense que el ser y el ente son lo mismo. Al fin y al cabo, nadie es perfecto.


Pero resulta que un día te habla, y tu piensas: ¡Alicia Parra me está hablando, a mi, una simple mortal!. Y ninguna burrada sale de su boca. Todo lo contrario. La escuchas hablar, la entiendes y piensas: También es la chica más inteligente que conozco. Y la que más nota ha sacado en selectividad. Y tiene sentido del humor.

¡Y no sólo eso! Después de muchas conversaciones, resulta que es la persona con la que más veces he dicho: Yo también. Cuando coincides en tantas cosas con Alicia Alonso, ¡Ups, perdón! Alicia Parra, piensas por un momento: Soy especial, porque Alicia Parra es como yo. El problema es que te vuelve a atacar la vena realista para recordarte que no, que Alicia es de otro planeta, que no puedes ser como ella.

Por si lo anterior resultara poco para describirla, he de añadir que me ha enseñado a valorar muchas cosas de mí. Me recuerda siempre que no debo llorar, que no se merecen ni una lágrima mía.Y gracias a ella puedo pisotear la vena realista y decir: Alicia, eres mi hermana postiza, y es de lo que más orgullosa puedo estar.
Un día estás feliz, bailas en el Villamarta, disfrutas en el escenario como nunca has disfrutado, te dan matrícula de honor en metafísica, y estás cenando al lado de Alicia Parra. Entonces te dice que sigue tu blog, que le encanta, y lees en sus ojos complicidad y apoyo. Eso que tanto escasea hoy en día entre las bailarinas y que tanto echaba de menos. Y claro, después de esto dices: Pues nada cabesa, ¿ahora qué hago yo con mi vida si soy totalmente feliz?

Un besito en la nariz.
Blanca.

viernes, 24 de junio de 2011

Y pidiendo disculpas por una entrada tan larga, publico algo colorido para amenizar la cosa.

Lo más bonito de Sevilla.

¡Qué pregunta tan fácil! Lo más bonito de Sevilla es una fila del aula F1, en la facultad de Filosofía. En ella se encuentran las personas que te pueden devolver la fe en el ser humano.
En esos asientos se siente un escritor romántico que ha llegado a nuestra época con una máquina del tiempo. Se llama David y se hace pasar por contemporáneo nuestro, pero yo sé que no es verdad. Con escritos que sólo él puede entender, supura un romanticismo que nos intoxica a todos. Y se agradece de vez en cuando que no se olvide un estilo tan bonito, ni una persona tan profunda.
Marga es como la mujer maravillas. Ya me dirás como es posible estudiar filosofía y ser profe de cello al mismo tiempo. Y ambas cosas las hace fenomenal. Tengo la teoría de que es un ángel de incógnito que va haciendo una lista de quién sobrevive al 2012 y quien no. Como tengamos que ser como ella para ser los elegidos, la llevamos clara.
Jano, que nos trae lo mejor de Italia con su buen humor y su buena cocina (aunque todavía no la he probado). Alfonso, con su aspecto de pintura gótica, siempre está atento y escucha tus penas. Y yo, aún, no le he visto quejarse. Todos deberíamos aprender a ser así de bueno. Michelle es una muñeca de porcelana que aporta belleza al aula. Luego la escuchas hablar y te das cuenta de que por dentro es igual de bonita que por fuera. Cosme, caballero inteligente, siempre en su lugar, objetivo. Hacía mucho tiempo que no conocía a nadie que dijera las cosas como son, que de verdad tuviera una opinión propia. Bueno, en realidad, no había conocido a nadie que tuviera ninguna hasta que conocí a Cosme.
Pablo, Viviana, Irene, Tatiana... Y muchos otros nombres, todos sois lo que rescato de Sevilla.

Y ya está. Ya no hay más personas de las que hablar.

Bueno, lo digo porque Ismael es un camaleón y Fati una divinidad. En la vida conocí mujer igual a Fátima, porque el primer valor que se estima al llegar a la clase es el de su encanto. Cuando repartieron los dones, se rompió el saco del encanto y todo se derramó sobre ella. Ya le dije que si fuera un hombre estaría enamorado de ella. Pero no lo soy, así que solo puedo callarme, escucharla con la boca abierta y convertirla en Diosa de mi idolatría.
Y su camaleón es lo que más se acerca hoy en día a un sabio. Si alguien ha ver un poco de luz fuera de la caverna, ese es Ismael. Él es lo suyo. Porque siempre tiene razón, porque es inteligente y ahora lo sé, porque también es Mufasa del Rey León y porque nunca me he reído tanto con nadie.

No sé como voy a soportar echaros tanto de menos. Supongo que aunque no os vea, me vale con pensar que lo más bonito de Sevilla sigue en esa clase. (Suspiro)
Un besito en la nariz.
Blanca.

Presiento que este es el comienzo de una gran amistad.

Yo siempre me había considerado medio inteligente. Tú sabes, no soy una lumbreras pero algo sé de la vida, digo yo. Pero no, tuve que meterme en filosofía para darme cuenta de que soy más tonta que una mosca intentando salir por una ventana. Y tal descubrimiento comenzó de este modo:

Se propuso (Lo propuse yo, para qué mentir, prometo que algún día dejaré de ser monotemática) ir al cine a ver Cisne Negro, y un grupito de compañeros se apuntó. Entre ellos estaban personajes como Fati, Ismael, Alfonso, Cosme y David. Yo estaba ilusionadísima, no por la película (que ya había visto dos veces, muy típico en mí), sino porque eran personas de las que te atraen magnéticamente y nunca había estado mucho tiempo con ellos por ese tema de: Seguro que piensan que soy tonta. Aunque claro, ahora que lo pienso estarían en lo cierto.

No quiero spoilear la película para quien no la haya visto, pero digamos que el ser humano medio no la entiende hasta el final. Pues bien, era la mitad de la película e Ismael ya había adivinado con detalles todo lo que pasaría al final, y al salir nos explicó el GRUND de sus deducciones. Entonces yo dije: ¡Oye, tú eres inteligente, y yo no lo sabía!

Y además, como yo era tonta, se acentuaba más la diferencia. David identificó la película con el romanticismo, aunque una farola rota también puede ser romántica si David quiere que lo sea.

Os contaré más de ellos, merece la pena.
¡un besito en la nariz!
Blanca.

Anécdota ajena

Hace tiempo, Albita me contó algo que se me quedó grabado. Quizá ni ella se acuerde, pero yo tengo que vivir cargando con el peso de esa información, así que os la cuento para que comprendáis mi tormento. Es una conversación verídica que Albita presenció en su día, entre dos señoras (sí, las típicas señoras de evento tuenti/facebook). El contexto se sitúa en la época de la gripe porcina. Y dice así:
- Hay que ver que no nos dejan comer cerdo, y ahora no nos van a dejar comer ni pan.
- ¿Ni pan? ¿Cómo es eso?.
- Sí sí, que he escuchado en las noticias que ahora hay riesgo de pandemia.

Y he ahí la sociedad que salió de la caverna platónica y vive conociendo la verdad.
Un besito en la nariz.
Blanca.

domingo, 19 de junio de 2011

A veces es bueno saber que tienes algo que perder.
Un besito en la nariz.
Blanca.

Otra vez la diferencia entre sustancia y accidente.

Si por algún motivo, ya sean estudios o trabajo, tuvieras que abandonar tu pueblo natal (Ojo, ciudades no valen, solo pueblos), te encontrarías con el siguiente fenómeno.

Si regresaras cada fin de semana, notarías primero que han cambiado cosas de sitio. Quizá mientras se limpiaba, una fotografía se puso en otra repisa y se quedó ahí por un olvido. No intencionadamente, pero la fotografía acabará pasándose a ese nuevo sitio y te desconcertará cuando vuelvas a casa.

Más tarde, te darás cuenta de que han cerrado tal tienda, y de que han puesto una terraza en el restaurante del barrio. Así, de fin de semana a fin de semana descubrirás más cambios contra los que no puedes hacer nada. Todo deviene y tú no observas la metamorfosis, sino que te sorprenden las mariposas cuando dejaste orugas al marcharte.

Y poco a poco, no necesariamente en mucho tiempo, te da la impresión de que tu pueblo natal no es ya tu pueblo, ni tu casa es ya tu casa. Pero tengo la impresión de que si me marchara mucho mucho tiempo, y volviera ya siendo mayor, con hijos y quizás nietos... Descubriría que en realidad, todo sigue exactamente igual que cuando me lo encontré al nacer.

No cambiamos tanto como parece, aunque necesitemos tardar mucho tiempo en regresar a nuestro orígen para darnos cuenta. Mejor que os lo diga ya, así os ahorráis un viaje cuando llevéis años sin pisar vuestro pueblo. Seguíis y seguiréis igualitos.

Un besito en la nariz.
Blanca.

Cerezas para olvidar

Hay gente que cura con chocolate el corazón roto. Yo calmo los dolores con cerezas, porque son pequeñitas, dulces, sanas y hacen un bonito conjunto si las acompañas con Sunny. Últimamente tomo cerezas y sunny para cenar, quizá se me haya roto el corazón y ni me he dado cuenta.
No sé por qué, pero no os preocupéis, estoy sentimental y ya está. Pronto escribiré sobre fuegos artificiales de colorines y pastelitos con almendras, lo prometo. Nada va a cambiar mi mundo, aunque todo el mundo cambie a mi alrededor.

Un besito en la nariz.
Blanca.

martes, 14 de junio de 2011

Creo que ya me toca daros el tostón, y con ello me refiero a un peque-boletín de noticias que os hable de cómo estoy en líneas generales. Es algo que he ido haciendo periódicamente, y que ya pega.
¿Recordáis el exámen de metafísica? Ese que tan poco contenta me tenía... Pues aprobé con un 9'5. Estoy muy contenta, pero del que más orgullosa me siento es el de Historia del Arte. Ya os conté que batí un record de estudio al leerme los apuntes unas horas antes el día siguiente de Giselle. He aprobado con un 8, cosa que me parece increíble.
Pero no todo es bueno. En el conservatorio sigue habiendo cosas que hacer y me veo obligada a dejar una asignatura para septiembre: Historia del Mundo Contemporáneo. Pero os prometo que sacaré un 10 cuando me presente.
Siguen estando en el horizonte los exámenes de Filosofía de la cultura y Ética II, pero a esas espero dejarlas KO antes de que ellas se atrevan a molestarme.
Eso es todo. Espero que no haberos decepcionado con lo de no presentarme a Historia. A mí me he defraudado un poquito.
Un besito en la nariz.
Blanca =)

lunes, 13 de junio de 2011

Por eso no soy víctima del nihilismo posmoderno

El otro día me preguntaron qué me gustaría haber sido. No pude responder, porque soy quien quería ser. Aquí radica mi felicidad (la que no es efímera).

Lo que se lleva.

La que se lleva al chico siempre es la chica dura. La que viste de colores, la que lleva pendientes enormes y la que no deja títere con cabeza. Eso es lo que mola ahora, ¡partir con la pana!.

Pues a mí me gusta la pana, porque es muy calentita en invierno. Y me gustan los vestidos blancos, lilas y de mi color favorito. No sé deletrear el color, pero os aseguro que no es llamativo. Hablo flojito, y mi padre siempre me llama empalagosa. Es fácil tomarme el pelo, confío mucho en la gente.

Me gusta como soy porque soy blanca, lila, y de mi color favorito, pero eso no parece llamar mucho la atención de la gente. A veces he intentado ser la dura, tener carácter fuerte y enseñar dientes, pero no he tenido mucho éxito. Luego me doy cuenta de que no me gusta llamar la atención, sino que es más bonito mirar a los colores moverse en torbellino.

Y se está muy bien en el alféizar de la ventana, porque en un mundo de escandalosos, lo escandaloso es estar callado. Alguien encontrará mi carácter algún día y sabrá que no soy tan circunstancial como esas chicas duras.
Un besito en la nariz.
Blanca =)

Cupido no usa flechas, sino dardos tranquilizantes pequeñitos.

Como yo no cuento con un repertorio de corazones rotos a mis espaldas, no puedo contaros por experiencia propia qué es lo que enamora a un hombre. Sí que soy muy enamoradiza, pero al ser tan rara sería inútil generalizar mi criterio. Aún así, a veces pienso en qué se tiene que saber de una mujer para que un hombre caiga por ella.
Quizás no sea necesario saber nada de la otra persona. Aunque suene como una ilusa, no me parece descabellado que dos personas se crucen un día por la calle y noten cómo las estrellas se alinean. Imagino que será como una experiencia trascendental en la que una ciencia te comunica que os pertenecéis, sin tener que haber estudiado ningún dato para saberlo.

Al fin y al cabo, ya lo dijo Julieta: ¿Qué es un nombre?. Solo una palabra que la persona nunca eligió. ¿Y si él es más joven que ella? ¿Y si no tienen nada en común? ¡Pero qué más da, hombre!. Lo que pienso cuando pienso en esto, es que todas estas cosas no son las que enamoran a la gente.

Si observaras a una chica y analizaras los detalles sería mucho más útil. Si bebe un sorbito de refresco antes de empezar a comer, si aparta la zanahoria, si deshace el rollito de primavera o se lo come tal y como se sirve... Si tiene un sitio en el bolso para cada cosa o simplemente arroja todo dentro, si guarda los tickets de lo que compra, si sonríe cuando dice 'gracias'.

Puedes enamorarte de estas cosas sin saber si también le gusta Big Bang Theory, sin saber cómo se llama, dónde se crió o cuántos años tiene. Yo podría enamorarme así. Pero claro, yo soy muy rara.

Un besito en la nariz, que sé que os habéis leído todo esto para poder recibirlo.
Blanca =)
Foto bonita para compensar tantas letras.

jueves, 9 de junio de 2011

A todos aquellos que alguna vez creyeron no tener tiempo.

No puedo creer que lo haya conseguido. ¡No puedo creerlo!
Estoy viva, y no es un sueño, me duele si me pellizco. He sobrevivido a una semana en la que no he tenido ni un instante de tranquilidad.
Acabé Giselle en el teatro Central ayer (salió genial, por cierto), y ¿a descansar? ¡No! A estudiar Historia del Arte para hoy. Me quedé dormida cuando iba por la primera catedral. He estudiado para un exámen larguísimo tan solo tres horas antes de hacerlo. Creía que la cabeza me explotaría de un momento a otro. Y no es que lo haya dejado todo para el último día (o en este caso las últimas horas) por pereza, sino porque no he tenido más remedio con las clases, los ensayos y los otros exámenes.

Bueno, Baobabs, yo me voy a dormir, que me lo merezco.
Un besito en la nariz!
Blanca.

Manual sobre cómo crear universos.

La música empieza, el cuerpo de baile entra en escena. No es tu salida aún, pero tú estás entre bambalinas. Todo es más bonito desde ahí, puedes ver los perfiles enmarcados por las luces, escuchas mejor el sonido de las puntas. Me encanta ese sonido. Es una percusión suave, acompasada, recuerda al trote de un caballo por la orilla.

Estás inmersa en ese mundo cuando te das cuenta de que te toca a tí. Entras a escena y todo cambia. Sabes que todos los ojos te miran a tí, y tú no puedes mirar a ninguno, es como si se creara un universo en miniatura y en movimiento.

En ese universo todo es ambiguo y todo es mas claro. Es fácil porque no hay problemas más allá de esa dimensión surgida, no importa lo que haya pasado en el Backstage, en tu casa, en la calle... Cuando pisas el escenario nada de eso existe, sois solo tú y la música. Pero es también difícil, porque el universo que se crea con la escena depende enteramente de ese momento, y depende de tí. En ese mundo, todo es.

Las luces se meten dentro a través de los ojos, se mezcla el vestuario con el movimiento, los pasos con la historia que quieres contar. Y por un momento, todo tiene sentido. Sólo dura un minuto, luego, tienes que abandonar el escenario y en universo de color que has creado.

Entrenas muchas horas cada día, lloras mucho, y también sangras cuando fuerzas lo que no debería ser forzado. Y todo eso se culmina en un minuto en escena. ¿Pero sabéis qué? Que pese a todo eso, merece la pena. Ese diminuto instante en la larga historia del universo es vida en el más amplio de los sentidos, en todas sus dimensiones y en todo su ser. Esos segundos son más valiosos que muchos días juntos.

No sabría explicarlo. Quizá podría bailároslo, y tal vez lo entendiérais. Es complicado.
Un besito en la nariz.
Blanca =)

lunes, 6 de junio de 2011

Me encuentro en la Biblioteca de la Facultad de Filosofía (y psicología), estudiando 'Historia y conceptos fundamentales de la metafísica'. Hoy he tenido el exámen de la primera parte, cuyo balance general ha sido: 'Bueeeeno, tú sabes...'. Aunque espero aprobar, la verdad. Mañana es la segunda parte, mucho más clara pero algo más extensa.
En los primeros momentos de estudio me lo estaba pasando bien, porque enlazaba términos en mi mente, provocando pequeños eurekas por aquí y por allá.
Luego fue progresivamente siendo menos divertido.
Ahora, como vuelva a escuchar o leer las palabras 'Ser', 'Ente', y 'Heidegger', lloraré desconsoladamente. Y todo porque a Sócrates le dio por preguntar un día: '¿Qué es?'. Es una pregunta que ha ido derivando a un: '¿Qué?', y que posteriormente a acabado siendo un simple: '¿?'
Sólo me quedan unas semanas, espero poder sobrellevarlas sin perder la cordura. Aunque creo que eso lo perdí en la maleta de ballet. Andará por ahí, en la bolsa de las puntas.
Un besito en la nariz.
Blanca.

domingo, 5 de junio de 2011

Ojalá supiera pintar así.

Dicen que un filósofo no puede tener opiniones contradictorias acerca del pelo.

Soy muy determinada en todo lo que importa. Sé lo que quiero, quién soy, y a dónde voy. Pero en el resto, ¡soy toda una veleta!.
Os contaré que tengo dos grandes ilusiones en mi vida acerca de mi pelo: Me gustaría que un día me pillara el pelo al sentarme, por tenerlo más largo que el torso. Y también pongo a Dios por testigo de que algún día me pelaré como Audrey Hepburn en 'Vacaciones en Roma'.
Algo contradictorio, ¿no?
Perdonadme por contaros esta irrelevancia, ¡para mí es un gran dilema! ¿Qué haríais vosotros?
Un besito en la nariz =)
Blanca.
Opción A.
Opción B

sábado, 4 de junio de 2011

¡Preferiría besar a un wookie!

- Te quiero.
- Lo sé.

Sí, me siento muy StarWars últimamente. Tengo ganas de hacerme trenzas y ensaimadas en el pelo. Así que si me véis a lo princesa Leia un día por la calle, no os asustéis. Es mi antojo semanal, que tras la semanita que llevo, ¡me merezco uno!. Aprovecho para informaros de que bailo en el Teatro Central el día Miércoles 8 (Giselle, acto I), lo que ha implicado y seguirá implicando bastante tiempo de ensayo. Pues la universidad está graciosilla últimamente, y me ha puesto exámenes el 6, el 7 y el 9. Tengo miedo de los ensayos, de la actuación, y de los exámenes metafísicos Heideggerianos que me esperan. Creo que sería más fácil convertirme en la princesa Leia y salvar el mundo desde la alianza rebelde o algo así. ¡Mucho más fácil!
Un besito en la nariz.
Blanca =)



viernes, 3 de junio de 2011

Enredando

''Ahora ella está aquí, brillando bajo las estrellas. Ahora está aquí, y de repente sé que si ella está, es tan claro como el cristal que estoy donde quise ir.''

Muy cursi, ¿verdad?. Lo siento mucho, no he podido evitar que me encante.
Un besito en la nariz =)
Blanca.

miércoles, 1 de junio de 2011

La segunda parte de las aventuras de Petalito de Lirio

Me gustaría poder deciros que un príncipe azul trepó su torre para rescatarla del silencio. Sería bonito que apareciera un hada con nombre de flor que le concediera un deseo. El hada de los girasoles, por ejemplo. Pero nada de esto sucedió. Petalito de Lirio era más bien un personaje de los hermanos Grimm sin filtrar por la censura.

Lloró un tiempo, pero cuando se cansó empezó a pensar. Si el baúl de sus sueños estaba cerrado y no podía sedarse mirándolo, ni a su alrededor había consuelo, la solución era fácil. Estaba en sus manos, y no en la de ningún principe o hada madrina, la de convertir su mundo real en un mundo de ensueño. Trabajó. Trabajó mucho, dejó a un lado muchas tentaciones. Aprendió a cerrarlas cuando se abrían a su paso. Y de tanto trabajar y cerrar puertas, consiguió que aquello que vió en el baúl de los sueños se trasladara a la realidad.

Todo lo que pudo haber sido, era. Y, además, mientras cerraba el cajón de ''no trabajar y parar a descansar'', se dio cuenta de algo. Su madre había regresado en cierto modo, estaba en los cambios que habían surgido en su ausencia. Estaba en cada vez que Petalito de Lirio cerraba una puerta.

En ese momento supo que si quisiera mirar el interior de su baúl, solo tendría que mirar alrededor. Ya no estaba sola, ya no había silencio, ya bajó de su torre y cumplió sus sueños. Es feliz.

Estaría bien que apareciera un príncipe, lo sé. Ninguna historia es bonita sin un príncipe. Pero esta aún no ha acabado, y me gustaría pensar que aún hay personajes esperando entre bambalinas para formar parte de este cuento. Petalito de Lirio aún está en el camino.

Un besito en la nariz.
Blanca.